Los dioses estan locos
Suicide Club, dirigida por Sono Sion
En el arte hay cierta corriente que se remite a "el que tiene oidos que oiga" y que deja a los demás rascándose la cabeza, sin compasión.
En Japón hay una "moda" muy fuerte hacia el suicidio (checar el post I Hate Myself And I Want To Die... ) : más de 30,000 muertes al año...Algo inexplicable para el punto de vista occidental.
Claro está, en la tradición japonesa el suicidio no es pecado, y es una salida viable para limpiar el honor, esto aunado a la alienación que puede llegar a causar la tecnología y los altos estándares morales y sociales impuestos... lleva a una crisis colectiva.
La película pregunta: "¿estás conectado contigo mismo?" y la utilización específica de "conexión", en vez de relación nos lleva a la metáfora de un mundo cada vez más conectado en comunicaciones pero menos involucrado en sentido. Lejos quedan las sesudas explicaciones de la experiencia abisal o de la "insoportable levedad del ser": en la película la prédica del suicidio corre a cargo de un grupo pop de lo más meloso, lo que lo pone fuera de la vista de los investigadores y los padres de familia, que irónicamente no son inmunes a tal influencia ni mucho menos.
Indirectamente, se señala que el laissez faire (dejar hacer, dejar pasar) de los medios lleva a una despersonalización, a SUPONER que todo esta bien hasta que es demasiado tarde para remediarlo.
Usualmente se llega a creer que existe un impulso de muerte, con fuerza equivalente al de la vida, en permanente contraposición. Regionalmente, el culto a la Santa Muerte obedece a esta visión dualista de la realidad. Pero si tomamos el suicidio como simplemente la culminación de la extinción del impulso vital (esto es, no discutiendo sobre la vida, sino simplemente terminándola, cortando la recursividad de la relación observador-objeto observado de tajo), llegamos a un páramo donde la esperanza es un fantasma del cual, cuando mucho, se oye hablar bastante pero nunca se conoce.
Hace mucho, cuando realmente no esperaba nada del futuro, pensé en cierta maniobra subversiva que seguramente atraería la atención. Suicidio genético. Promover la esterilización voluntaria como forma de protesta social entre personas de 20 a 30 años que no tengan hijos todavía. Una protesta inflingida en el propio cuerpo ("viviré mi vida, pero no traeré hijos a este mundo"). Un crimen de facto contra el 99% de las religiones, que como todo meme incluyen la instrucción explícita de la reproducción. Debo aclarar que esos fueron tiempos muy extraños y ya no me interesa tal cosa para nada.
Desde hace unos años entiendo que el no tener una razón para vivir no justifica querer morir, por sí solo. Albert Camus en su libro "el mito de sísifo" describe ampliamente porqué no se necesita de un sentido de la vida para vivir. De la misma manera, supongo, en que no se necesita saber cocinar para disfrutar una buena comida.
Sólo se requiere de darse la suficiente libertad para poder decidir disfrutar algo o no, o poder querer algo o no. Olvidarse de la falsa necesidad de obtener aprobación externa de un dios o de una institución, y asentar criterios razonables para distinguir qué queremos, necesitamos o debemos hacer, aceptando la responsabilidad de la propia decisión (el círculo se cierra... cerrándolo).
Por otro lado en la película La fortaleza escondida de Kurosawa, vemos directamente dos manifestaciones de la identidad asumida: un samurai peleando contra dificultades casi imposibles de vencer, frente a dos pobres diablos que no soportan una simple tarea física. Ellos dicen, de corazón: "trabajo pesado!!! es más fácil morir!", no sin lógica.
Sí, es más fácil morir. Pero, ¿a quién le gustan las cosas fáciles?
++posted by David Temper
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12:57 a.m.
4 Comments:
Se te pasó decir, respecto a Camus, que el escritor argelí en el mismo texto no justifica para nada el suicidio, pues considera el absurdo como inherente a la existencia humana. Inexplicable, sí, en la civilización occidental, mas Camus es también uno de los críticos de la civilización occidental.
¿Cómo verían los japoneses eso?
By Luis Lope, at 23/9/06 20:24
"En el arte hay cierta corriente que se remite a "el que tiene oidos que oiga" y que deja a los demás rascándose la cabeza, sin compasión."
Se llama elitismo.
By Carlos Mal, at 28/9/06 19:59
A veces sí es elitismo... pero también puede ser simple especialización o diferencia de gustos.
El gusto o la comprensión no va necesariamente ligada al ego.
By David Temper, at 29/9/06 00:44
"el que tiene oidos que oiga", una versión de "el que tenga oídos para oír, que oiga", pasaje bíblico del Apocalipsis que insta a los creyentes a guardar la palabra de Dios.
¿Será el arte un llamado divino?
No. El arte no es para tanto.
By Luis Lope, at 29/9/06 23:55